sábado, 27 de enero de 2018

Cambio de ciclo

Llegó el final de 2.017, pensando todavía en Barcelona como gran reto de 2.018, reto que las circunstancias me harían descartar poco después. 


Pruebas cortas y rápidas las que me esperaban:



Primero Villanueva de la Serena, el día de nochebuena, donde iba a pelear contra el crono mucho tiempo después, marcando algunos kilómetros a 4:20 y logrando un tiempo final de 24:04 en los 5K.






Una semana después Don Benito, la reina de las sansilvestres de nuestro entorno, en la que el hecho de salir muy retrasado y el propósito de hacerla con mis amiguetes me iba a obligar nuevamente a, tras una salida muy lenta debida al atasco de runners, darlo todo en los kilómetros subsiguientes. Pese a mi esfuerzo no lograría finalmente dar alcance a la pareja compuesta por Juanutto y el Gitano que hicieron un carrerón y acabaron 1 minuto por delante (26:42).



Finalmente, cerraba año en Almoharín, con la compañía de varios cracks del CA Miajadas: Sergio, el expreso de Escurial que revalidaba por tercer año su título de indiscutible campeón absoluto de esta prueba; Jesús Díaz, que se quedaba a un suspiro del podio tras superar su travesía en el desierto; y Manolo, que cumplía su promesa de cerrar el año en tierras botoneras. Nobleza y pundonor a partes iguales la de mis compañeros. 


Incluso Matías, acompañó pese a la inestabilidad climatológica, a sus papi-runners.

El orgullo de padre se pondría también de manifiesto en este evento al ser testigo de como Irene, junto con otra pedazo de guerrera de 6 años, Alejandra, se enfrentaban al recorrido de unos 3,7 kms. con un coraje propio del mejor atleta,  completando dicho circuito en poco más de 20 minutos.


Tras estas pruebas cortas, y aunque mi frecuencia de entrenamientos se ha reducido drásticamente, volveré pronto a probar suerte en el fondo popular. Los 21 kms. en Plasencia me esperan el próximo día 4 de febrero.