sábado, 11 de noviembre de 2017

Las medias maratones no son para el verano

El 15 de octubre se disputaba en Don Benito otra de mis carreras favoritas: la XVII Media Maratón Virgen de las Cruces.

Pese a que Adolfo tuvo que faltar a la cita por tan grato motivo como fue la llegada a este mundo del pequeño Matías, fuimos varios los miembros del C.A. Miajadas desplazados a las vegas altas: Sergio Redondo, Andrés Parra, Juan Fco. Santos, José Manuel Fuentes, Jesús Díaz y yo.




Una vez en Don Benito nos encontraríamos con la representante femenina por excelencia del club: Maricruz Parras, y un botonero al que cada vez se ve más en estos eventos: Pedro Ángel Ávila.

En esta ocasión había dos distancias: los 7 kms. de La Vela y los 21 de la Media Maratón, por los que Sergio, Maricruz y yo nos decantamos.

Eran las 10:30 horas cuando se daba la salida para ambas carreras que prontamente, en torno al primer kilómetro, se habrían de separar.

Ya desde el primer momento presumo una carrera complicada por las altas temperaturas que, pese a estar en pleno otoño, eran propiamente estivales. Si no fuese porque "genios" de la talla de Donald Trump aseguran que lo del cambio climático es un bulo me atrevería a afirmar que temperaturas por encima de los 30 grados a mediados de octubre no son demasiado normales ni siquiera en Extremadura.

Me mantengo en ritmos muy conservadores bajando rara vez de 5:30 min./km. hasta una vez superado el paso por la Ermita de las Cruces. A partir de ese momento hay un tramo bastante favorable hasta llegar al río en el que una muy ligera pendiente descendente me permite mejorar un poco mi tiempo y dar alcance a Belén Parras, quien volvía bastantes meses después a enfrentarse a esta distancia con el mismo coraje de siempre.


Tras atravesar en la vuelta el cauce seco del riachuelo el perfil cambia, dejando de mostrarse tan a favor, y el calor empieza a resultarme ya un compañero de viaje un tanto indeseable.

Fueron previsores los organizadores del Club Maratón Vegas Altas al añadir a los avituallamientos un acompañamiento de ciclistas que no dejaban de ofrecernos agua.

Pese a todo, a partir del kilómetro 16, ya de vuelta a la ansiada sombra de los edificios, alterno la carrera suave con algún tramo andando en las ascensos largos.

Los "fantasmas de las penalidades pasadas" cruzan por mi mente y decido mantener esta dinámica hasta el final. Si bien en el último kilómetro tiro de reservas y alcanzo un ritmo por debajo de los 5:00 min./km. para cerrar una carrera que resultó ser más dura de lo esperado por el intenso calor. 



Nuestros tiempos fueron los siguientes:

21 kms.

Sergio. 1:21:48. Nuevo podio para el expreso de Escurial.



Maricruz. 1:33:45. La rubia también volvía a subir al podio en casa.

Yo. 2:00:26. Me resultó bastante más complicado de lo previsto acabar, por lo que estoy satisfecho con tan modesto crono.



7 kms.






Andrés. 0:28:48. Tiempazo que seguro que le supuso un estímulo suficiente como para decidirse a aventurarse en breve con distancias más largas.










José Manuel y Juan. 0:38:06. A la par acabaron el resto de nuestros chicos.



Jesús en esta ocasión no pudo participar... Bueno, no participó en la carrera pero en la posterior degustación de cerveza y pizza fue un serio aspirante al oro (con permiso de Action Juan...  XD)






Con una bolsa del corredor que mejora cada año y un interminable abastecimiento de pizzas y cerveza es, sin lugar a dudas, una de las carreras más recomendables del "Circuito de Grandes Carreras de Extremadura".






Próxima estación: Trujillo, 12 de noviembre.