miércoles, 2 de agosto de 2017

Sobre la bocina






Experiencia novedosa para mí la del día 29 de julio: mi primera carrera de trail nocturna. En realidad no es una variedad que me atraiga en demasía, pero esta vez tocaba aventura: 15 kilómetros con 500 metros de desnivel positivo.



Cerca de las 9 de la tarde me unía a un pequeño grupo de tomates compuesto por Fco. José Sánchez, Montse Grande, Clemente Franco y Juan Fco. Santos con dirección a Montánchez. 

Por aquellos lares ya se hallaba el que haría las veces de corredor-escoba en esta primera edición de la Carrera Nocturna Sierra de Montánchez incluida en el circuito FEXME: Adolfo Santos.

Dado que mi única pretensión para esta carrera era no magullarme, opté, como viene siendo habitual, por disfrutarla y padecerla a partes iguales al lado de Action Juan y sus múltiples accesorios.

Dejando claro desde un principio que acabar enteros ya sería un logro, y tras hacernos pasar el control de carrera con una especial atención a que todos los participantes llevasen frontal, a las 22:00 horas se daba la salida desde una muy ambientada a la par que calurosa Plaza de España, posicionándonos prontamente en la cola de carrera.


Zapateamos por las calles de Montánchez en ritmos muy por encima de los 6 min/km. a modo de calentamiento que mantendríamos hasta la primera baja técnica donde nuestra aversión al dolor nos hizo recorrer todo ese tramo con la mayor de las cautelas. Quizá demasiada porque llegados al kilómetro 3, punto desde el que podía admirarse el ascenso de la serpiente de luz formada por los corredores avanzando con ansias de conquista hacia el majestuoso castillo, estábamos muy justos de tiempo para pasar el control del kilómetro 4.


Duro ascenso este, y aunque el extraordinario balizamiento guiaba eficazmente al corredor por la mejor vereda posible para llegar a la cúspide, la sobrecarga en las piernas al llegar arriba era brutal.


Espero un poco a mi compañero y continuamos la aventura. Parece que hemos pasado el corte de tiempo, aunque no nos ha sobrado nada.

Justo al bajar del castillo tuvimos que volver a parar para desalojar la tierra que en una zona de vertido de escombros se había colado en nuestras zapatillas. 

Juan ha tenido en la subida problemas de flato y le cuesta recuperar el ritmo, tampoco son menores mis problemas gástricos, así que pese a que el perfil es más corrible una vez accedemos a la Ruta "Donde nace" no recuperamos demasiado tiempo en los siguientes 4 kilómetros.

En torno al kilómetro 9 y tras quedarnos solos (salvando la presencia de algún pequeño alacrán), comenzamos a especular sobre nuestras posibilidades de llegar en tiempo a meta. No estaba muy claro, aunque todavía entraba dentro de lo posible.

Vamos recuperando tiempo y la temperatura se ha vuelto agradable gracias a la suave brisa campestre, pero de nuevo otra bajada técnica vuelve a retrasarnos. Sin embargo, superado este último escollo el recorrido es bastante sencillo y nos quedan unos 12 minutos para completar una milla... Se puede.

Juan ha ido progresivamente recuperándose y ha logrado volver a los tiempos iniciales, quizá también ayudado por los ánimos de la gente que nos recibe casi como si fuésemos los primeros en llegar, así que no solo vamos a completar la carrera sin caídas, sino que lo vamos a hacer dentro de tiempo... sobre la bocina, eso sí.

Transcurre sin duda la prueba por un bellísimo entorno, aunque lo cierto es que la noche por mucho encanto que tenga nos privó de disfrutar como es debido de algunos paisajes tan hermosos como el del castañar, y tanto las labores de balizamiento, avituallamiento y organización en general (con gran número de voluntarios entregados a su labor) fueron impecables. No había forma de perderse.

Los tiempos fueron los siguientes:

- Kiki. 1:45:41. La potencia de un Mustang al servicio del running.

- Clemente. 1:50:45. Esta vez sin la compañía de Mini, se marcó un carrerón.

- Montse. 1:57:09. La princesa guerrera del Tomate Running lograba dos podios: 3ª de la general y 2ª de su categoría.



















- Juan y yo. 2:30:46. Sobrevivimos, que no es poco XD


La próxima semana: destino a Orellana la Vieja.


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