sábado, 29 de octubre de 2016

Un "paseo" por la historia

El pasado 23 de octubre fuimos tres: Lorena Díez, Adolfo Santos y yo, quienes nos desplazamos hasta Alcántara para correr la 1ª Carrera "Alcantarina" cuyo eslogan era Un paseo por la historia y con dos distancias disponibles: 5 o 10 kms., decantándonos los tres por la distancia larga.



Prometía mucho esta carrera para la que partíamos de Almoharín a las 8, llegando a nuestro destino a eso de las 9:30 de la mañana, aunque la salida no se daría hasta las 11 horas lo que nos iba a permitir relajarnos antes de la carrera.




No era mucha la participación, quizás por la constante amenaza de lluvia de todo el fin de semana, ni había corredores de gran renombre, era realmente una carrera popular. Aunque no por ello se descuidó ningún detalle por parte de la organización del evento a cargo de Pulsaciones y del Ayuntamiento de la localidad.





Sale Adolfo como una bala, yo ligeramente por debajo de 4:30 min./km. y Lorena un poco por detrás.


Comienzan las dificultades nada más salir con una "hermosa" cuesta que hace presagiar que ésto va a ser cualquier cosa menos un paseo.

Acabo el primer kilómetro rondando los 5 min./km. y ganando algunas posiciones, para reducir mi ritmo considerablemente en los dos siguientes perfilados por continuos "toboganes" a través de unas vías pecuarias locales en un estado excelente para correr por ellas.


Llego al kilómetro 4 bastante machacado pero empiezo a recuperarme y en los dos kilómetros siguientes, de perfil bastante favorables, mi ritmo vuelve a estar por debajo de 5 min./km. y las sensaciones son muy buenas, llegando justo antes del avituallamiento a superar a otro corredor para alcanzar la que sería mi posición definitiva de carrera.

En torno al kilómetro 7 volvemos a pasar por el punto en el que nos separamos de la carrera corta para comenzar con el tramo más llamativo de la carrera: serán casi 3 kilómetros por zonas muy verdes con bajadas técnicas y tramos de calzada romana escalonada que podían provocar fácilmente alguna caída, por lo que era momento de extremar precauciones.


El paisaje resulta asombroso y la guinda la pone el poder disfrutar de unas extraordinarias vistas con el majestuoso puente romano y el imponente embalse de fondo.


Alentado por los ánimos de los numerosos voluntarios que nos acompañaron durante todo el recorrido me adentro nuevamente en el pueblo para cerrar una carrera en la que la climatología nos había respetado finalmente y permitido gozar de una grata experiencia.

Los tiempos fueron los siguientes:

Adolfo. 0:44:06. Esta bala botonera logró el 2º puesto de la general.


Yo. 0:54:36. Satisfecho con el tiempo teniendo en cuenta la exigencia del circuito.










Lorena. 1:08:08. Tan solo 5 chicas se atrevieron con esta distancia, ella fue una de las valientes.



Tras las carreras infantiles y la entrega de trofeos, sorteo de regalos en el que, pese a los numerosos regalos cedidos por las empresas colaboradoras, no tuvimos demasiada suerte (ni siquiera un paseo en barco nos llevamos XD).




Lo próximo será, si nada lo impide, la media maratón de Trujillo el 13 de noviembre. 










jueves, 20 de octubre de 2016

Cruceando Don Benito

Ya recuperado de la debacle lisboeta, el 16 de octubre volvía a mi distancia predilecta en una de esas carreras que, por la proximidad y el gran trabajo que año tras año hacen los chicos del Club Maratón Vegas Altas, suele figurar siempre en mi calendario: la XVI Media Maratón Virgen de las Cruces.



Desde el Cortijo salíamos a las 9 de la mañana un grupo de tomates compuesto por José Antonio Cuadrado, Sergio Redondo, Antonio Girón, Andi Hamedani, Santi López y yo. Con nosotros, otros dos runners: Alberto Masa y Fernando Bravo. 


Ya en Don Benito se nos uniría Alfonso González. 













A las 10:30 se daba por fin el pistoletazo de salida para una carrera en la que mi objetivo no era otro que reencontrar las buenas sensaciones.





Como tantas otras veces salí retrasado en ritmos suaves de en torno a 5:40, aunque poco a poco fui aumentando mi rendimiento hasta los 5:20 para lograr alcanzar un poco antes del kilómetro 3 a Alfonso y Santi. 



Algo después del primer avituallamiento nos dirigimos hacia las afueras de la ciudad para seguir el camino de tierra que nos llevará a la ermita de la Virgen de las Cruces.


Temperatura ideal y buena compañía, factores ambos que me hacen superar cruz tras cruz sin apenas darme cuenta a unos ritmos aceptables.



Tras el paso por el riachuelo, que este año estaba completamente seco, comenzamos a encontrarnos corredores ya de vuelta. Quizás sea este el único "pero" que le pondría  a la carrera, porque es un tanto estrecho este camino para los cruces, lo que en ocasiones nos obligó a ir en fila de a uno para no entorpecer a los que peleaban por estar en la zona noble de la clasificación. Aunque, por otro lado, estuvo bien tener la oportunidad de animar a compañeros y amigos.


Llegados a la ermita, Santi se nos había ido quedando un poco atrás, la rodilla le había dado alguna que otra molestia y era mejor no sobreesforzarse.





Así que, tras rodear la ermita corriendo por el cesped, Alfonso y yo acometíamos la vuelta, aunque poco después se nos uniría Fernando, que se había mantenido hasta el momento un poco por delante acompañando a Antonio, quien se quedaría ahora atrás, en la compañía de Santi. 





El trío recién formado alcanzamos ritmos de 5:10 en los 4 ó 5 kilómetros siguientes, de perfil muy favorable para alargar la zancada.

Por el 16 aproximadamente, en un tramo de "falso llano" Alfonso empezaba a acusar el esfuerzo de empalmar trabajo con carrera, pero intentamos que no se nos descuelgue.

Dentro ya de Don Benito, pasado el kilómetro 19, divisamos en el horizonte un tomate. No era otro que el bueno de Jose "el vasco".

Tras subir por segunda vez a la ermita de San Sebastián y enlazar con una bajada de bastante pendiente llegábamos a él, convirtiendo nuestro trío en un póquer ganador.

Último esfuerzo para llegar a meta los cuatro más o menos juntos y a por la cerveza, la pizza y esa pedazo de bolsa del corredor, que parecía la de Doraemon, con la que nos obsequió la organización del evento.



Muy buenas sensaciones en una carrera rápida y de escasa dificultad que ha perdido quizá un puntito de su personalidad al abandonar por completo el exigente circuito de Doña Blanca pero en la que la organización hizo un trabajo, como siempre, enorme.


Vencedores absolutos de la prueba fueron Bruno Paixao en hombres y Mamen Ledesma entre las feminas.  Maricruz Parra por su parte logró ser segunda acompañada de Alberto del C.A. Miajadas.








Los tiempos fueron los siguientes:

- Sergio. 1:17:52. Acabo como 13º de la general.




- Andi. 1:44:10. Y eso que todavía sufrían sus piernas los efectos de la ruta Isabel la Católica del pasado domingo...



- Vasco y yo. 1:50:58. Hizo un carrerón, aunque al final acusó un poco su rápido ritmo de salida.




- Fernando y Alfonso. 1:51:04. Extraordinario debut en la distancia de Fernando, que acabó sobrado de fuerzas.


- Santi y Antonio. 1:59:24. También Antonio debutaba en los 21K y aunque a éste le resultó un poco más duro, tuvo a un gran compañero de fatigas a su lado para ayudarle a llegar hasta el final.



Enhorabuena también a la otra hermana Parra, Belén, que debutó en la distancia con un tiempazo de 1:56:45. Ejemplo de esfuerzo y superación. 



Y a la vuelta unos refrigerios en buena compañía para recargar las baterías.



El próximo destino será Alcántara, el 23 de octubre.







sábado, 8 de octubre de 2016

Rock & Fado

Y llegó el día señalado con letras de oro en mi calendario "runneril". El día 1 de octubre, a las 8 de la mañana (hora española), salíamos hacia Lisboa desde el Hotel-Restaurante el Triana de Miajadas una delegación mixta compuesta por miembros del Tomate Running (Juan Fco. Santos, Juan Antonio Cilleros, Lorena Díez, Adolfo Santos, Jesús Cruz, Rocío Fuentes, Santi López, Sergio Redondo, Mariano Díaz y yo), el C.A. Miajadas (Alberto Masa), el Club Vegas Altas de Don Benito (la familia Parra) y, por supuesto, la mundialmente conocida "Grupteta". También contábamos con el apoyo logístico de nuestras chicas de oro: Maribel, Marian, Tamara e Irene.



Llegada a Lisboa a media mañana para entrar pronto y sin hacer colas en la Feria del Corredor en el MEO Arena (Pabellón Atlántico) para la recogida de dorsales y sacar alguna que otra fotito.






















Tras comer en el enorme centro comercial Vasco de Gama y dejar las maletas cada uno en su hotel, ubicados todos en la zona del Parque das Naçoes, salíamos a disfrutar de la belleza de la capital portuguesa.




                                                                


Vetusta ciudad con gran encanto y personalidad. Sus tranvías, la multiculturalidad, ese aire con aroma de mar y el melodioso Fado te envuelven en un ambiente casi mágico que te hace sentir fuera del propio tiempo.











Especialmente imponente la Plaza del Comercio, frente a la desembocadura del Tajo en el Océano Atlántico y toda aquella monumentalidad a su alrededor.









Bonito sin duda el recorrido por el que nos llevó nuestro tourist guide particular, Juan. Lástima que no pudiésemos completarlo por encontrarnos ya un tanto fatigados.













Así que, tras tomar unas Sagres y/o cafés por aquellos lares, nos batimos en retirada para cenar unas altamente energéticas hamburguesas, ducharnos, relajarnos y a la cama tempranito.


A eso de las seis de la mañana ya estaba en marcha hacia Cascais, primero en metro y luego en tren. Una hora de viaje que me resultó muy amena gracias a la compañía de Francisco Javier Bernal (Paco), un corredor del Puerto de Santa María con el que tuve el gusto de coincidir.

Serían las 8 y cuarto cuando me posicionaron en un cajón tras el "globo" de más de 5 horas (¿sería acaso una señal de lo que habría de acontecer?). Algo después de las 8 y media se daba la salida desde el hipódromo de la bonita localidad costera y pude disfrutar durante una lenta salida del ascendente dragón multicolor que ya serpenteaba ante mí.

Tras un primer kilómetro muy lento me establezco en los tiempos que pretendo mantener hasta el final, rondando los 6 min./km. y disfruto de la carrera y de la bella ciudad marinera

Recordando los problemas postcarrera de Madrid, en esta ocasión abandono el MP3 y llevo la música en el móvil, sistema este que pronto empezaría a fallarme obligándome a parar ya en el kilómetro 3 para volver a contar con música.

Pasado el kilómetro 4 abandonamos Cascais y nos dirigimos a la Costa de Estoril siempre sobre un terreno de mucho "tobogán" y con temperaturas casi veraniegas.

¿Qué decir de Estoril? Tan repleta de lujosos hoteles. No en vano cuenta entre sus más famosos lugares con un casino y un circuito automovilístico.

Consigo entonces superar el globo/cartel de las 4 horas y media y pienso que éste debe ser mi sitio.

Sobre el kilómetro 8 alcanzábamos Parede. Aunque la verdadera pared todavía no se me había interpuesto. Sería por entonces cuando me quedo sin música de forma definitiva, otro mal augurio.



Pese a lo hermoso del entorno de la carrera que transcurre siempre junto a las playas de los municipios de Carcavelos, Oeiras o Caixas el estar sólo y sin música por tramos de continuas subidas y bajadas me provoca un cierto bajón mental por el kilómetro 16, en el que ya empiezo a perder la motivación.


Aunque logro recuperarme en ocasiones, gracias a la gran animación y ambiente de la carrera y a la música de las bandas de rock, el calor también va haciendo su parte y el agotamiento al llegar al kilómetro 20 es ya manifiesto.

Eran ya más de las 10:30 (hora local) por lo que no puedo evitar acordarme de mis compañeros que, junto con otra expedición extremeña (la de Navalmaratón), debían haber iniciado ya su propia aventura en la Media Maratón por la zona del inmenso Puente Vasco de Gama.



Fue muy de agradecer dadas las altas temperaturas el incontable número de avituallamientos del que disfrutamos a lo largo de toda la carrera.

Llegamos por fin a Lisboa por la zona de la Torre de Belém, mis piernas sufrían ya de persistentes calambres que me obligaban a andar de cuando en cuando lo que me confirmaba la idea de que iba a tardar mucho tiempo más del previsto en concluir el recorrido.

Sobre el kilómetro 25 entramos y salimos por dos ocasiones en la Praça do Comércio. Se levantó una suave brisa y el tiempo ya no era tan caluroso, de hecho en ocasiones sentía incluso algo de frío (especialmente tras uno de los baños de los bomberos).

En el kilómetro 30 ya ando mucho más que corro. Lo intento, pero las rampas musculares me obligan a parar por miedo a que llegue un momento en que ni tan siquiera pueda andar. Aviso por whatsapp de que la cosa se ha complicado y que voy para más de 5 horas.

Cada kilómetro es un suplicio. Corro un poco y adelanto posiciones pero mis piernas se quejan del esfuerzo y me obligan a andar de nuevo, perdiendo las posiciones ganadas.

Kilómetro a kilómetro, esfuerzo a esfuerzo, mi cabezonería me lleva hasta la Plaza de las Naciones donde mi familia y amigos me están esperando para darme el empujón que necesito para, apretando los dientes por el dolor, correr como llevaba muchos kilómetros sin hacerlo y atravesar por fin la línea de meta. Gracias a todos por esos ánimos finales que me dieron fuerza cuando más lo necesitaba.


En su día el objetivo era mejorar el tiempo de mi primera maratón, pero tras un verano en el que no pude entrenar tanto como una prueba de esta naturaleza requiere me conformaba con acabarla y, aunque no esperaba tardar 5 horas y 16 minutos en hacerlo, el caso es que, pese a todo, cumplí el objetivo y volví a ser finisher.


Encantado asimismo con el trato recibido por nuestros vecinos portugueses y con la organización de la carrera que, en muchos aspectos, me pareció mejor incluso que su versión española.

En cuanto al resto del Tomate Running, estos fueron sus tiempos en la Media Maratón:

- Sergio. 1:21:20. Una vez más orgullosos del expreso de Escurial.



- Adolfo. 1:26:36. Creedlo o no, pero fue su debut en esta distancia.



- Juancho y Jesús. 1:46:57. Su preparación consistió en cerveza y... ¿simple café?




- Santi. 1:54:38. Tras un verano flojo en cuanto a participaciones en carreras Superlópez conserva su buen nivel de la pasada temporada.





- Mariano.1:57:02. Recuperado de las molestias en el pie del mes de agosto, el mastín ha vuelto.


- Juan. 1:57:48. The special Juan volvió a bajar de las 2 horas.


En cuanto a las chicas, Lorena se decantó por algo más suave y disfrutó de los 6 kms. de la Mini Maratón.

Rocío, muy a su pesar, no pudo correr. Sin duda fue muy duro para ella verlo todo desde el banquillo pero era mejor no arriesgar en beneficio del futuro tomatito que la esperará en la meta dentro de poco tiempo.

Al final un estupendo fin de semana en una ciudad bellísima y con la mejor compañía posible, agradeciendo especialmente a mi señora, Tamara, su infinita paciencia <3