lunes, 9 de mayo de 2016

Despedida

El día 8 de mayo se celebró la III edición de la Media Maratón "Vallis Fontium", carrera que supuso mi despedida tanto de la temporada, como de la categoría senior.


Pese a que me hubiese gustado llegar a 30 medias maratones en la presente "temporada", finalmente la falta de forma me hizo replanteármelo y optar por la carrera corta (10,5 k) para evitar sufrir tanto como ya sufriese en Coria.


A las 9 de la mañana salíamos desde el Restaurante el Paraíso de Almoharín, Adolfo Santos, Andi Hamedani y yo para encontrarnos más tarde con Alfonso González y Lino César González.



A las 10 comienza la carrera en ambas distancias y pese a que las previsiones anunciaban lluvias copiosas, de momento no llueve.


Salimos desde la plaza unos 130 corredores, callejeamos un poco y ascendemos por un camino hormigonado para poco después descender por una zona de tierra con algo de piedra suelta. Mis compañeros van por delante, manteniendo contacto visual sólo con Andi.

El primer kilómetro me sirve de calentamiento y después voy aumentando el ritmo  progresivamente con la incertidumbre sobre cómo responderá mi cuerpo tras los excesos del Día de la Maza.

El barro y los charcos serán una constante durante la mayor parte del circuito que resulta, pese a ello, ser bastante rápido.


A partir del kilómetro 4 empiezo a sentirme realmente bien y, aunque con cierta cautela, pienso que puede ser una carrera no muy sufrida.

Junto a la charca, en el kilómetro 5, tenemos un avituallamiento. La temperatura es ideal para correr (las pasadas ediciones se caracterizaron por un calor avernal) y las lluvias de los últimos días hacen que el recorrido resulte más divertido de lo habitual. 

Poco después la gran sorpresa, nos tocaba atravesar el Arroyo de Caganchas y mojarnos por primera vez los pies. Aunque obviamente este elemento y el riesgo de resbalar en los tramos con más barro provocaron que muchos corredores perdieran algo de tiempo de carrera, me gustó particularmente ese toque trailero que le dio a la prueba.

Sobre el kilómetro 6 paso "la recta del legendario" recordando el percance de mi compañero de fatigas el año anterior.

A partir de la curva, con unos ritmos algo por debajo de 5 min./km. voy adelantando ya algunos corredores que me habían tomado cierta ventaja.

Pero será sobre todo a partir del kilómetro 9, ya entrando de nuevo en el pueblo, cuando sintiéndome ciertamente bien, bajaré hasta los 4:20-4:30 no parando de ganar posiciones hasta la misma línea de meta.

Pese a que no es una carrera que destaque por su entorno natural o monumentalidad, lo cierto es que el trabajo conjunto del Ayuntamiento y de Pulsaciones logran crear año tras año un muy buen ambiente.



Mi tiempo no fue especialmente bueno, más o menos como en Cáceres, pero sí que acabé mucho más entero y permitiéndome ciertos lujos en cuanto a jugar con los ritmos.




El vencedor de la prueba que marcó además record de la prueba fue Houssame Bennabou que completó las dos vueltas en 1:09:03 ¡Qué bestia!






Nuestros tiempos fueron los siguientes;

10,5 K

- Adolfo. 0:44:25. Estupendo crono que le valió subir al cajón como 3º de la general.


- Yo. 0:53:44. Tiempo modesto pero que me deja buen sabor de boca.



21 K

- Andi. 1:39:44. Sigue sacando rédito de todo su trabajo para la maratón.


- Lino. 1:49:28. Un tiempo sin duda envidiable.


- Alfonso. 2:02:23. Le pasó de todo al bueno del "panan", desde caerse hasta perderse... lo que no perdió pese a todo fue su buen humor.















También la academia tuvo su representación en las carreras infantiles.


Y tras la carrera, como es de recibo, compartí con tan selecto grupo de gente unas cervecitas de recuperación.

Con casi total seguridad en mi próxima carrera ya seré Veterano A. Nueva categoría, nuevos retos.