lunes, 30 de noviembre de 2015

A la conquista de Medellín

29 de noviembre, último domingo del mes, fecha tradicional de una carrera poco convencional: la VII Media Maratón "Condado de Medellín", localidad ésta muy cargada de historia y de monumentos que así lo certifican.


A las 9 salíamos desde las inmediaciones del Parque Los Mártires de Miajadas (tras visitar una vez más La Palmera para deglutir una deliciosa tostada de jamón y tomate) tres de los integrantes del club: Alberto Masa, Sergio Redondo y yo, y muchos de los niños y niñas de la escuela de atletismo acompañados de sus siempre orgullosos padres. En concreto fueron: Javier y David Parra, Alexis Tena, Javier Marín, Jaime Sánchez, Javier Garrido, Laura Álvarez, Patricia García, Isabel Parra, Jimena González, Raúl Bravo, Carlos Sánchez, Alejandro García, Gwen Flatland y Juanjo Sánchez.



El día amaneció soleado y con temperaturas agradables que van a permitirnos disfrutar en su plenitud de la belleza de los parajes por los que vamos a correr.


A las 10 comienzan las carreras de nuestros "cherries", volviendo a lograr, varios de ellos, subir al podio y, todos sin excepción, algo todavía más importante, divertirse corriendo. ¡Estos pequeños son muy grandes!





























Media hora más tarde, empezó la carrera para adultos con la participación de 120 corredores. Conociendo la dureza de la prueba, y ya que arrastro algunas agujetas como consecuencia de las "sentadillas" del viernes, me quedo bastante retrasado corriendo a ritmos suaves de unos 5:15 min/km. 

En el kilómetro 2 abandonamos ya el asfalto para recorrer caminos de tierra y poco después llegar a la zona del coto de pesca, donde mientras rodeamos la gran charca muchos pescadores dejan unos minutos de prestar atención a sus cañas para observar a los corredores.


Y tras los pescadores,  es hora de pasar junto a otros que disfrutan del domingo, en este caso recogiendo aceitunas en familia.

Sobre el kilómetro 4, pasados los olivares, tendremos la oportunidad de disfrutar de un bonito tramo a la sombra de la majestuosa silueta del castillo siguiendo el cauce del río Guadiana por su margen izquierdo. 

En el kilómetro 5 primer paso por el puente romano (aún quedaban otros 3) y primer avituallamiento. Al fondo ya se divisa la primera cuesta a conquistar... la subida al Restaurante Quinto Cecilio.


Sería en torno al kilómetro 7, tras cruzarme con todo un elenco de estrellas en esto del correr, cuando la cosa realmente se complica, asciendo lentamente a ritmos por encima de 6 min./km (osea, al consabido "trote cochinero") para, una vez arriba, deleitarme con esas privilegiadas vistas de las que el año pasado a causa de la niebla me vi privado.

Si dura es la subida, también la bajada obliga a realizar grandes esfuerzos para retener la zancada lo que supone un gran castigo para el  músculo tibial.

Una vez en llano de nuevo, decido que es el momento de comenzar a tomarme un gel para acabarlo justo antes del segundo avituallamiento en un nuevo paso por el puente.




Kilómetro 11, ahora toca llegar hasta el castillo. Zigzagueante subida alternando tramos de empedrado y de tierra que me obligan a, por primera vez, echarme a andar por completo durante unos metros.






















Dentro del castillo, vuelta y salida por el mismo sitio que entramos (a diferencia de anteriores ediciones) y ahora a correr cuesta abajo, pero con cierta precaución por los escalones y por lo cerrado de los giros.


En el kilómetro 12 primer paso por meta, como en otros muchos puntos del recorrido aquí también hay una buena representación de los chicos de la escuela y sus padres que animaron tanto durante la carrera que casi parecía que corríamos en casa.

Vuelvo a pasar por el tramo entre el río y el castillo y comienzo a sentirme bastante bien, es hora de ir recuperando el ritmo que había bajado hasta los 5:40 min/km. y algunas de las posiciones que había cedido anteriormente.

Al pasar el tercer avituallamiento en el puente empiezo a echar cuentas, y pese a que mis primeros kilómetros han sido muy lentos, me veo capaz de recuperar hasta bajar al menos de las 2 horas.

En el segundo ascenso al Quinto Cecilio, logro adelantar varias posiciones para, en la bajada, distanciarme definitivamente de los de atrás y acercarme a los de delante bajando por primera vez de 5 min./km. en toda la carrera.

Antes de la segunda subida al castillo logro posicionarme un poco mejor todavía, pero ahora voy a tener que andar bastante, es el kilómetro 20 y las piernas ya acusan el cansancio. 



Bajada final, buscando el centro de las calles para evitar que mis pies que cada vez se elevan menos del suelo tropiecen con el empedrado y paso por meta con muy buenas sensaciones (aunque no tan buen crono XD).

Los tiempos fueron los siguientes:

Sergio. 1:27:43. Ni siquiera las cuestas pudieron impedirle subir una vez más al podio, esta vez como 3º de su categoría.


Alberto. 1:34:45. Gran carrera del supertrainer, ante la atenta mirada de sus discípulos.


Juanjo. 1:40:07. Gallardía y descaro a partes iguales en la gesta de correr su primera media maratón sin ni siquiera haberla preparado y lograr este tiempazo.

 

















Yo. 2:00:06. Carrera discretita por mi parte, en la que me quedo con las buenas sensaciones y la ausencia una vez más de calambres.


El podio absoluto masculino correspondió a Bruno Paixao, Juan Francisco Cano y Juan Domingo Gómez, mientras que entre las chicas se impusieron Raquel Gómez, Tina Mª Ramos y Maricruz Parras.






Por último agradecer a la organización por parte del Ayuntamiento de Medellín y de Chipserena (con especial mención para Antonio García) porque una vez más han logrado una carrera preciosa pese a su dureza, con un gran nivel entre los participantes y a unos precios asequibles.

El próximo reto el día 13 de diciembre en Calamonte: 28 kms. de montaña en la Carrera Pocito... ¡Qué la fuerza me acompañe (falta me va a hacer)!





2 comentarios:

  1. Buena crónica al leer lo de los paisajes casi me entran ganas de correr para verlo..pero me ha quitado las ganas las cuestas de Cecilio y la del castillo me quedo con lo llano.

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    1. Es una carrera muy recomendable, en las cuestas basta con echarse a andar. A fin de cuentas los corredores populares lo que buscamos es disfrutar sin preocuparnos por las marcas.

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