Hace ya un añito que comencé a relatar mis aventuras y desventuras en el mundillo del "running" y qué mejor que celebrar tan feliz acontecimiento con una carrera, en este caso la II Urban Trail Night Intramuros de Cáceres.
A eso de las 9 nos reunimos un buen grupo de tomates y amigos en la Plaza de Cáceres, donde el Consejo de Juventud de la ciudad con la colaboración de Pulsaciones lograron reunir a unas 500 personas para este evento y alguna otra actividad como la bajada en tirolina.
José Luis Martín, Jesús Cruz, Chema Cobo, Juanma Bravo, Inés García, J. Félix Redondo, Juanjo Sánchez, Alberto Masa, Juan Fco. Santos, Sergio Redondo, Francisco Alcántara, Alejandro Santos, Juan Antonio Cilleros, Agustín Pulido y yo vistiendo la roja (o blanca) y varios amigos, algunos de renombre como Maricruz Parra, otros noveles pero con visos de convertirse pronto en tomates (la banda del Cervantes creo que se hacen llamar XD XD XD).
Llegadas las 10 se daba la salida y tocaba empezar subiendo escaleras. Pretendo tomarme la carrera como una fiesta; una carrera corta en la que no voy a buscar hacer buen tiempo sino quedarme rezagado y echarme unas risas con mis compañeros.
Al principio se suceden las bajadas, curvas cerradas, apelotonamientos en calles estrechas y escaleras, fuéramos hacia donde fuerámos, siempre acabábamos subiendo o bajando escaleras. Siempre me ha costado esperar en las subidas por lo que poco a poco y de manera involuntaria me voy distanciando del grupo hasta darme cuenta de que estoy sólo con "Champy" y con cierta ventaja sobre el resto.
Así que voy dejando que tire de mi y, aunque ya habíamos recorrido 1,5 kms., lo que supone un tercio del recorrido, me arrastra hacia ritmos rápidos (de hasta por debajo de 4:00 min/km. en algunos tramos de bajada) lo que me hace sufrir otra carrera más el típico y molesto "flato". Sin embargo, sigo aguantando medianamente bien hasta dar alcance a varios de los nuestros: primero pasamos junto a nuestro ilustre presidente, luego rebasamos a algunos de los "newbies" y finalmente, a falta de medio kilómetro, logramos llegar hasta Félix.
Algo más de 27 minutos marcaba el crono cuando por fin pasamos bajo el arco de Pulsaciones.
La carrera tenía sus peculiaridades: poca distancia (4,4 kms. según mi Garmin) pero cargada de desniveles, con cierto peligro al transcurrir de noche subiendo y bajando escaleras y por superficie empedrada, y sobre todo la belleza del conjunto histórico que estábamos pisando.
Tras la carrera y como parte de las buenas costumbres tomatiles tocan risas, raciones y refrigerios varios en los locales de la zona.
Próximo desafío, volver a correr los 21k casi 4 meses después en la Media Maratón "Pablo Villalobos" el día 4 de octubre en Almendralejo.
Se acabó... El corredor, ciclista, padre, marido, hermano, hijo, amigo y tantas otras facetas más, llegó a su última meta antes de tiempo.
