viernes, 29 de mayo de 2015

Segundo asalto a mi 21K MMP

El pasado 17 de mayo tocó finalizar la temporada con la III Carrera "la Dehesa Extremeña".






A las 8 de la mañana salíamos Sergio Redondo, Andi Hamedani, Alberto Masa, Maricruz Parras y yo hacia Navalmoral de la Mata.


Poca asistencia hubo en esta carrera, no llegando a cien el número de corredores reunidos para las dos distancias disponibles: 6 kms. y media maratón.

Aunque no me había preparado la carrera, finalmente acepté el ofrecimiento de Alberto de acompañarnos a Andi y a mí para tratar de bajar de 1:40 en media maratón y, de ser posible, rebajar mi MMP en esta distancia que está en 1:39:16.

Así, a las 10 de la mañana salíamos desde la pista de atletismo.



Aunque no miro el reloj, siguiendo las órdenes de nuestra eventual liebre, me doy cuenta de que estamos corriendo bastante deprisa. A partir del kilómetro 3 bajamos un poco el ritmo y nos estabilizamos.

Alberto nos informa de que vamos muy bien para lograr el objetivo.

El recorrido y la poca presencia de corredores la convierten en una carrera no demasiado atractiva pero sí asequible para lograr buena marca.

Mis sensaciones no son excesivamente buenas pero confío en que el tomar el gel sobre el km. 9 me ayude a recuperarme.

Llegados al kilómetro 10,5 toca dar la vuelta y regresar por donde hemos venido.

Alberto no para de hablar durante toda la carrera, Andi y yo no compartimos su elocuencia.

No hace tanto calor como esperábamos pero sí sopla bastante viento lo que endurece bastante la vuelta. A partir del 12 voy perdiendo fuelle y mis tiempos se vienen abajo. Andi, que está todavía muy fuerte, sigue hacia adelante mientras que Alberto insiste en quedarse conmigo 2 ó 3 kilómetros más para ver si me recupero y quizás temiendo que abandone si me deja atrás.

Sería sobre el kilómetro 15 cuando Alberto me dice que va a irse hacia adelante, pero que no me pare.

Ahora toca seguir solo, y viendo que el objetivo ya es imposible y sintiendo muy pesadas mis piernas me planteo seriamente el abandono... pero sigo.

En torno al kilómetro 18 me encuentro con Roberto García, de la Vera, con quien comparto un paseo de unos cientos de metros y luego arrancamos nuevamente a correr.

Mi nuevo acompañante prefiere echarse a andar de nuevo pasado el 19. A mí, sin embargo, me ha venido muy bien el tiempo andado y me siento bastante recuperado, así que enfilo los últimos metros con fuerzas renovadas y con un ritmo bastante bueno.

Finalmente llego a la meta más de 7 minutos por encima del objetivo. Quizás me pesó la maratón, quizás fue un arranque demasiado rápido para mi, quizás fueron las series del viernes, pero lo cierto es que, pese a que Alberto trató de tirar de mí en todo momento, no logré esta vez tampoco batir mi marca personal. Pero bueno, dicen que a la tercera va la vencida así que a seguir intentándolo.

Los tiempos fueron los siguientes:

- Sergio. 1:23:09. Cuarto de su categoría. Otra vez rozando el podio.


- Andi y Alberto. 1:40:05. Con la impagable ayuda de Alberto, Andi logró su MMP y se quedó a muy pocos segundos de alcanzar el objetivo perseguido tan sólo una semana después de correr la media de Valdefuentes. Estupendo cierre de temporada.


- Maricruz. 1:40:33. Otra vez vencedora indiscutible. 

- Yo. 1:47:17. Un tiempo modesto para una carrera que se hizo más dura de lo previsto.


Tras la carrera el reparto de premios, donde los primos Parras (Maricruz y Francisco) se proclamaron vencedores absolutos en sus respectivas categorías, y compartir un ratito con los integrantes de ese gran equipo que es Navalmaratón, quienes nos invitaron a unas cervecitas postcarrera.


Ese mismo fin de semana otros tres tomatitos repartidos por el mundo se hicieron merecedores de mi más sincera enhorabuena: Jose Peseta, que logró, esta vez sí, finalizar la Ultra Trail da Serra Sao Mamede: 103 kilometrillos de nada, en 14 horas, 46 minutos; Alfonso Llanos, que  se enfrentó con éxito a otro gran desafío sobre la bicicleta, la Titán Villuercas (118 exigentes kilómetros de montaña que recorrió en poco más de 7 horas); y Jesús Díaz, que se fue nada menos que a Alemania a correr como integrante de Lidl España la carrera Heilbronner Trollinger-Marathon, logrando una fabulosa marca en media maratón de ¡una hora, treinta minutos!

 

Se acabaron las medias maratones hasta septiembre, pero el running en Extremadura no para en verano y, si nada lo impide, la carrera de La Cumbre-Trujillo, todo un clásico para nuestro club, contará un año más con mi presencia y la de varios tomatitos más.

jueves, 14 de mayo de 2015

Al "caloret" de Valdefuentes

Tras una semana de descanso y unos días de entrenamiento tras la maratón llegaba la hora de volver a participar en un evento de running... 10 de mayo: II Media Maratón Vallis Fontium.





A las 9, tras desayunar en el Paraíso, salimos para Valdefuentes Andi Hamedani, Juan Fco. Santos, J. Mariano Díaz y yo, acompañados por Tamara e Irene.


Se esperaba mucho calor y la meteorología no defraudó.

Eran las 10 de la mañana cuando empezábamos a correr entre más de un centenar de corredores reunidos para las 3 distancias: 5 kms., 10 kms. y media maratón. Por mi parte tenía la intención de llevar a Juan sobre 5:30 min./km. para ver si podíamos mejorar su marca de 55 minutos lograda en Aranjuez.



Pese a que no había una gran participación el primer kilómetro lo hago junto a Juan a ritmos en torno a los 6:00 min./km. debido a que nos habíamos posicionado muy atrás en la salida y que había tramos pedregosos y estrechos donde era difícil adelantar.

En el segundo kilómetro, sin embargo, la cosa cambia y Juan comienza a correr en ritmos que oscilan entre 4:50 y 5:10 con la intención de recuperar lo perdido durante el primero. En estos instantes todavía podemos ver a Mariano, pero a una buena distancia, lo que me indica que lleva mucha velocidad.

Pasamos el kilómetro 3 con un crono de 16:50, 20" por encima del tiempo objetivo. Una diferencia que estimaba fácilmente recuperable en los 7 restantes.

Sin embargo, a partir de este momento, coincidente con los minutos más calurosos de toda nuestra carrera, veo que Juan va perdiendo fuelle y hacemos un tiempo de 5:45 en el cuarto kilómetro.

El bajón de mi compañero se deja acusar todavía más a partir de aquí. Una mala digestión, flato y un sol de justicia se convierten en sus enemigos y le obligan a andar unos metros para recuperar hasta que en la curva que enfila el avituallamiento del quinto se echa de nuevo a correr.

En muchos momentos desde su declive me anima a seguir solo la carrera pero, dada la aridez del terreno, considero que mi apoyo puede serle útil por lo que decido no abandonarle, temiendo además que de verse solo quizás pueda plantearse la retirada.

Llegados a la charca sobre el kilómetro 6 nuestro objetivo inicial de tiempo resulta ya imposible y sólo queda lograr que Juan, tirando de casta y orgullo, logre acabar una carrera que se le ha complicado más de lo previsto.

Cuando no es tu día, no es tu día. Y éste, definitivamente,  no era el día del bueno de Juan. Pasado el 7, a causa sin duda de la fatiga acumulada, un mal paso le lleva a tropezar con una piedra del camino y caerse. En principio sólo fueron unos raspones que no parece que le impidan seguir con sus entrenamientos de los próximos días.


En este momento la sensación térmica es más baja, un suave viento nos refresca lo suficiente para ir recuperando fuerzas. Juan no contempla siquiera la opción del abandono.

Llegamos al 9 y entramos al pueblo. Esto significa algo de sombra, inexistente durante el resto del trayecto.

Juan no está fino hoy, pero sus piernas van cada vez mejor y estamos bajando de nuevo de los 6:00 min./km. cuando acometemos los últimos metros.

Tras 10,5 kms. muy sufridos hemos llegado a meta en 1:07. No es un tiempazo, pero dadas las circunstancias no puedo menos que manifestarme orgulloso del pundonor de mi compañero y de cómo logró finalizar una carrera que desde un principio se le había atragantado.


Los tiempos fueron los siguientes:

10k








- Juan y yo. 1:07:05. Llegamos, que no es poco.


Media maratón

- Andi. 1:43:25. Se mantiene en sus tiempos, cada vez con mejores sensaciones.



- Mariano. 2:02:11. Una primera vuelta demasiado rápida, quizás por verse un poco desorientado por los globos de la organización, le pasó factura y provocó que no lograra acabar en sus tiempos habituales.



Finalmente tocaron las carreras infantiles, donde Irene volvió a disfrutar muchísimo de la emoción de este deporte.






Pese a no ser un evento populoso, debo felicitar sinceramente a la organización a cargo de Pulsaciones y del Ayto. de Valdefuentes por crear un ambiente de carrera muy bueno, más sorprendente si cabe al tratarse de una localidad de poco más de 1.300 habitantes, y premiar nuestro esfuerzo con una estupenda bolsa del corredor (cervecita gratis incluida XD XD XD).


Mencionar también en esta reseña a mi pariente Francisco Torres Ávila quien, pese a que llevaba tiempo sin participar en este tipo de eventos, se coronó como ganador en el 10k con un fabuloso crono de 0:37:18 .

Estelar actuación, por su parte, la del atleta Houssame Bennabbou, que finalizó la media maratón en 1:12:56.



Por último, dar la enhorabuena a Chache por su segundo puesto en el Baby Duatlón de Miajadas un día antes, y a los amantes de la montaña Peseta y Caña que se enfrentaron en esta ocasión al Kilómetro Vertical de Lósar de la Vera.















Próximo evento, mi última media maratón antes de verano: la III Carrera la Dehesa Extremeña, en Navalmoral de la Mata el próximo día 17.


lunes, 4 de mayo de 2015

Fin de ciclo

Y por fin, tras algo más de 22 meses desde mi debut en el mundo de las carreras populares, llegó la hora de afrontar la distancia de Filípides. Para ello no puedo imaginar mejor escenario que la Madrid Rock'n'Roll Marathon Series.


Eran las ocho de la mañana del sábado 25 de abril cuando el grueso de la expedición nos congregábamos en la Estrella para iniciar el viaje: Juan Mayoral y su esposa Juani, Neme Parras (acompañado también de su esposa e hija), Paco Alcántara, Sergio Redondo, Juan Fco. Santos, Rocío Fuentes y yo.


Llegados a la capital nos dirigimos al Pabellón de Cristal en la Casa de Campo para retirar los dorsales y disfrutar un ratito de la Feria del Corredor. Este año, sin embargo, el acceso fue más complicado que el pasado y tuvimos que guardar cola durante alrededor de hora y media hasta entrar. Según comunicado oficial de la organización fue debido a la empresa encargada de la seguridad, aunque también hay bastantes corredores indignados que apuntan a una pura  y simple estrategia comercial.


























Una vez dentro del recinto, la cosa cambia y en pocos minutos hemos recogido tanto los dorsales como la bolsa del corredor, con pocas variaciones respecto a la pasada edición.
























Tiempo de fotos, de probarte esas zapas que buscas, de hacerte un estudio de pisada o de comprar algún recuerdo del evento.




Ahora toca dejar los equipajes en los apartamentos antes de salir a comer. Un 10 para Paco en su labor logística de búsqueda de apartamento, logrando una relación calidad-precio inmejorable.

Tras comer, pasear por Madrid y encontrarnos con Juando, Alberto, Juancho y sus respectivas parejas en torno al Trono de Hierro, vuelta al apartamento a relajarse un poco y a cenar. 














Nos retiramos prontito a descansar (aunque a la mayoría el sueño se nos resistió).





Llegó el día D... 26 de abril. Vamos reuniéndonos todos los tomatitos que participaremos en las distintas distancias: Alberto Masa en 10 k, Juan y Rocío en media maratón, Juando, Neme, Caña, Paco y yo en la maratón.



Es Loli, la mujer de Juando, la encargada de guiarnos a través de las vías subterráneas de Madrid hasta llevarnos justo ante la salida de las pruebas, al lado mismo de la diosa Cibeles. Tras encontrarnos con Maricruz y el debut televisivo de Rocío (que, con cara de circunstancias eso sí, atendió amablemente a la periodista de Antena 3), nos vamos posicionando (chubasquero incluido) para la salida que, para las distancias largas, se producirá  a las 9:00 (no así para los 10k, cuya salida ya se había dado hacía media hora).





Más de 30.000 corredores, miles de historias, miles de motivos, miles de formas de correr, un mismo objetivo... Cruzar la meta



















Nada más salir me encuentro cerca de mis compañeros Paco, Juando y Neme con quienes seguiré un par de kilómetros, pero cuando veo que vamos rodando por debajo de 5:40 km/min. decido quedarme por detrás y hacer mi carrera en solitario, si es que eso se puede decir en una cita deportiva tan populosa como ésta.


Avanzamos todavía muy juntos por el Paseo de la Castellana en dirección a las emblemáticas Torres Kio (Puerta de Europa), envueltas en su cúspide por una bruma que las otorgaba este día un aspecto cuasimágico, y dejando a derecha Chamartín. 







Llegado el primer avituallamiento sobre el km. 5 las piernas comienzan a ir soltándose y en el 9 tomo mi primer gel, poco a poco durante varios minutos, con la idea de beber abundante agua en el segundo avituallamiento. 


Es en este tramo donde veo como algunos cometen la peor de las bajezas que un deportista puede cometer... hacer trampas. En este caso en forma de recortar unos 2 kilómetros. No entiendo la satisfacción de contar a los amigos qué hice tal o cuál tiempo a sabiendas de que es una burda mentira... Pero en fin, con miserables te encuentras en todos los ámbitos de la vida.

Llegado el km. 13, poco después de disfrutar de la música de una de las varias bandas de rock que amenizó nuestra gesta en diversos puntos del recorrido, y con la separación de los corredores de la media distancia siento mi primer golpe de emoción al tomar conciencia de dónde estoy, de lo grande que es correr una maratón. También contribuye a generar esta euforia la sensación de hermanamiento que supone el recibir ánimos de otros corredores, en este caso esos ánimos, que se agradecen y mucho, provinieron de Jaime Carcedo de Navalmaratón.  Un subidón, en resumen, que me empuja hacia adelante y me ayuda a llegar al tercer avituallamiento en el que acompaño el agua con Powerade.

Calado ya hasta los huesos, atravieso Callao, Preciados y Sol alcanzando la media maratón en Ferraz, en algo más de 2 horas , y donde tomo el segundo de mis geles mientras sigo coleccionando anécdotas. Me llama la atención, por ejemplo, la multitud de nacionalidades presentes en el evento, desde brasileños hasta franceses, pasando por escoceses, daneses, finlandeses, italianos, etc.

A partir de ahora comienzo a temer que los calambres puedan dejarme fuera de carrera por lo que, aunque los subidones al participar en algo tan impresionante son frecuentes, trato de conservar mis ritmos y no bajar de 5:30. Muchos de los corredores con los que me encuentro anuncian sus motivos para intentar la gesta... Dedicárselo a sus hijos, a alguien querido que ha fallecido o simplemente un "I run because I really really really really like cake".

Poco a poco siguen cayendo los kilómetros acompañados de chubascos. Pese a ésto el ambiente de Madrid no decae y es mucha la gente que se está empapando por darnos ánimos, entre ellos un señor con un cartel que rezaba: "Corre Rajoy que Bárcenas y Rato te persiguen hoy"... ¡Grandes los madrileños!

Llegado al 25, 5º avituallamiento, y recordando lo hablado con Alberto Masa en el entrenamiento del domingo anterior, no descuento kilómetros sino avituallamientos. Ya sólo quedan 3 y vamos para la Casa de Campo.

Kilómetro 30, entramos en terreno desconocido y me tomo el tercer y último gel. Al paso por el Manzanares, dejando a la derecha el estadio Vicente Calderón, llega el 32, el muro, el descuento de 10 kms. y, bien sea por calambres o por un bajonazo mental, son ya muchos los que se echan a andar o se paran por completo... quizás algunos de ellos no llegasen a la meta, pero eso no empaña el mérito que conlleva el mero hecho de acometer tan grande empresa.


Las piernas pesan, aunque menos de lo esperado, los ritmos se reducen sustancialmente a partir del 35. Bajando rara vez ya de 5:50.

Estos últimos 7 kilómetros se alargan muchísimo. La meta está tan cerca y tan lejos a la vez.

Cada kilómetro que me mantengo al trote es una pequeña victoria. De hecho, sólo me echo a andar unos 400 metros en uno de los constantes ascensos sobre el km. 38 y me paro un momento para beber en el octavo y último avituallamiento.

Tras la subida de la calle Goya llego al 40 y la emoción me embarga, estoy a un paseo de la meta... Todavía al recordarlo se me eriza el vello.

Sensaciones contradictorias me abruman durante estos interminables últimos 2 kilómeros. A veces siento que estoy sufriendo uno de los peores momentos de mi vida, otras siento la emoción de realizar una proeza.

Los cielos se abren cuando, sobre el kilómetro 41 y medio, entramos en el Retiro y bajo una copiosa lluvia, que dotó la llegada de una tremenda épica, cruzo, mucho más deprisa de lo que creía posible, los varios arcos publicitarios y finalmente la meta con una explosión de rabia y casi con lágrimas en los ojos.


Objetivo logrado: Ya soy un Finisher. He logrado algo que, hasta hace poco tiempo, nunca había creído que fuese posible y lo he hecho además con unas sensaciones bastante buenas. Sin duda, se ha dado mejor de lo que esperaba.


Tras ésto, me encontré bastante desorientado. Mis compañeros no pudieron recibirme porque no existía una zona cubierta habilitada para ello. Una lástima ver como la organización no consideró oportuno, pese a la certeza de que llovería, el instalar una carpa en la llegada para que todos aquellos que ya estábamos bien calados tras más de 4 horas corriendo bajo la lluvia pudiésemos cambiarnos agusto.

El no llevar el móvil encima me costó estar deambulando por el Retiro algo más de una hora hasta que Juan Mayoral, Neme y Paco me rescataron en una cervecería de los aledaños... XD XD XD

Los tiempos fueron los siguientes:

10k


Alberto Masa. 0:42:39. Si tenemos en cuenta que sólo la hizo como preparación para el Wings for Life, la marca es aún más asombrosa.


Media Maratón.


Juan y Rocío. 2:11:18. 2ª media de Rocío. Valorando el perfil de la carrera y las condiciones climatológicas pueden estar verdaderamente orgullosos de su logro.


Maratón.

Sergio. 2:57:42. Pese a la dureza de la prueba, consiguió bajar una vez más de las 3 horas.

Caña. 3:44:16. No logró su objetivo inicial pero el tiempazo es sencillamente para enmarcarlo.

Juando, Paco y Neme. 3:54:16. Estupendo debut de Juando.

Yo. 4:10:12. Acabé mucho mejor de lo que esperaba.




Agradecer especialmente a Juan Mayoral, Juani y Ana su compañía, su ayuda y su paciencia y a todos los desconocidos que me echaron un cable durante mi odisea postmaratoniana.

Ahora toca descansar y la verdad es que no tengo muy claro cuál será mi próxima carrera... ¿la III Carrera La Dehesa extremeña el 17 de mayo en Navalmoral tal vez? ¿o la II Media Maratón de Valdefuentes una semana antes?