jueves, 24 de diciembre de 2015

El día de la cabra

El 13 de diciembre, tras unos 8 meses sin probar fortuna en el monte, fue el día de volver a enfrentarme a una prueba FEXME: la III Carrera por montaña "El Pocito".





















Eran cerca de las 8 de la mañana cuando, tras desayunar en el Hotel Triana de Miajadas, salíamos hacia Calamonte: Agustín Pulido, Juan Fco. Santos, Alfonso Llanos, Paco Alcántara y yo.

La climatología no auguraba nada bueno, las oscuras nubes en el horizonte amenazaban con regalarnos una carrera pasada por agua.

Poco antes de las 9 recogida de dorsales, café y puesta de corto para, media hora después, lanzarnos al monte. Juan y Agustín en la Mini Pocito de 14 kms. y el resto a por la carrera larga de 28.


Primeros compases al lado de Alfonso a ritmos de 5:30 min./km. y reservando en las subidas, echándome a andar por primera vez ya en el kilómetro 3.

Tras el primer contacto con las piedras sueltas algo antes, donde Alfonso me deja atrás al mostrarse ciertamente más valiente que yo en las bajadas, sería realmente sobre el kilómetro 6 cuando empiezo a darme cuenta de dónde me he metido, con un ascenso por zona de canchos con visos de escalada y más propio del bóvido al que dedico el título de esta entrada.


Y si malas son las subidas, tampoco las bajadas ayudan a rebajar la tensión muscular de las piernas.


En un cortafuegos del kilómetro 8, tras adelantar a varios corredores, me posiciono muy cerca de mi compañero, pero algo más adelante, en una de las trochas técnicas más peligrosas del recorrido, en torno al 10, pone tierra de por medio y le pierdo de vista.


Por entonces, la suave temperatura ambiental acrecentada por los sobresfuerzos me hace dudar si ha sido buena idea ponerme la camiseta térmica.

Primeros avisos en los gemelos y, como en otras carreras de gran dureza, la idea del abandono surca mi mente... pero finalmente continúo. 

Bellos paisajes los que vamos contemplando cuando el terreno permite apartar un segundo la vista del peligroso suelo.

En el kilómetro 14, antes del cuarto avituallamiento, me tomo un gel que me va a permitir recuperarme y en los próximos kilómetros, posiblemente los menos técnicos del recorrido, subir algo el ritmo hasta, en el kilómetro 20, divisar una figura conocida. Poco después voy a dar alcance una vez más a mi compañero Alfonso con quien completaré el resto de la odisea.

Las piernas ya dan muestras del duro esfuerzo realizado y los 8 kilómetros que nos restan, y que para nada desentonan en dureza con lo ya padecido, los haremos en su mayor parte andando y trotando con miedo a rompernos definitivamente. Dolores musculares, torceduras de tobillos, raspones, lluvia y alguna rodilla a tierra nos acompañarán durante el final del periplo.

La alegría de, pasado el kilómetro 26, avistar el pueblo nos da la fuerza necesaria para soportar las molestias y completar los 2 últimos kilómetros por asfalto para saborear, más de 4 horas después de emprender la aventura, la satisfacción del objetivo cumplido.

Los tiempos fueron los siguientes:

Carrera Pocito

- Paco. 3:24:49.




- Alfonso y yo. 4:16:39.






Mini Pocito

- Agustín. 1:27:06.




















- Juan. 1:47:56.


Aunque la dureza es demasiado alta para corredores de mi perfil (en el cual se incluye el factor "estar como una cabra" porque si no lo estuviese hubiese optado por la corta, que para eso está :P), he de valorar con un 10 a los chicos del club organizador, "Pasito a Pasito Calamonte", por no haber dejado nada en el aire contando con una señalización prácticamente perfecta durante todo el recorrido (algunos perdidos hubo claro, pero la montaña es así) y con numerosas advertencias en las zonas peligrosas, gran despliegue de protección civil, mucha alternancia de terrenos por los que correr y una impecable bolsa del corredor. 

El vencedor de la prueba fue Oscar García que completó el recorrido íntegro en 2:43:13.

Por último, no puedo dejar sin mención a otros compañeros como Jesús Díaz que una vez más corrió su carrera: la carrera popular de Aranjuez, o los Alberto Masa, Alfonso González y Sergio Redondo que se atrevieron con la siempre atractiva Media Maratón de Navalmoral de la Mata.


Lo próximo, dadas las fechas, son las San Silvestres. Así que tocará sufrir poco y reir mucho en Miajadas, Don Benito y... Almoharín.



lunes, 30 de noviembre de 2015

A la conquista de Medellín

29 de noviembre, último domingo del mes, fecha tradicional de una carrera poco convencional: la VII Media Maratón "Condado de Medellín", localidad ésta muy cargada de historia y de monumentos que así lo certifican.


A las 9 salíamos desde las inmediaciones del Parque Los Mártires de Miajadas (tras visitar una vez más La Palmera para deglutir una deliciosa tostada de jamón y tomate) tres de los integrantes del club: Alberto Masa, Sergio Redondo y yo, y muchos de los niños y niñas de la escuela de atletismo acompañados de sus siempre orgullosos padres. En concreto fueron: Javier y David Parra, Alexis Tena, Javier Marín, Jaime Sánchez, Javier Garrido, Laura Álvarez, Patricia García, Isabel Parra, Jimena González, Raúl Bravo, Carlos Sánchez, Alejandro García, Gwen Flatland y Juanjo Sánchez.



El día amaneció soleado y con temperaturas agradables que van a permitirnos disfrutar en su plenitud de la belleza de los parajes por los que vamos a correr.


A las 10 comienzan las carreras de nuestros "cherries", volviendo a lograr, varios de ellos, subir al podio y, todos sin excepción, algo todavía más importante, divertirse corriendo. ¡Estos pequeños son muy grandes!





























Media hora más tarde, empezó la carrera para adultos con la participación de 120 corredores. Conociendo la dureza de la prueba, y ya que arrastro algunas agujetas como consecuencia de las "sentadillas" del viernes, me quedo bastante retrasado corriendo a ritmos suaves de unos 5:15 min/km. 

En el kilómetro 2 abandonamos ya el asfalto para recorrer caminos de tierra y poco después llegar a la zona del coto de pesca, donde mientras rodeamos la gran charca muchos pescadores dejan unos minutos de prestar atención a sus cañas para observar a los corredores.


Y tras los pescadores,  es hora de pasar junto a otros que disfrutan del domingo, en este caso recogiendo aceitunas en familia.

Sobre el kilómetro 4, pasados los olivares, tendremos la oportunidad de disfrutar de un bonito tramo a la sombra de la majestuosa silueta del castillo siguiendo el cauce del río Guadiana por su margen izquierdo. 

En el kilómetro 5 primer paso por el puente romano (aún quedaban otros 3) y primer avituallamiento. Al fondo ya se divisa la primera cuesta a conquistar... la subida al Restaurante Quinto Cecilio.


Sería en torno al kilómetro 7, tras cruzarme con todo un elenco de estrellas en esto del correr, cuando la cosa realmente se complica, asciendo lentamente a ritmos por encima de 6 min./km (osea, al consabido "trote cochinero") para, una vez arriba, deleitarme con esas privilegiadas vistas de las que el año pasado a causa de la niebla me vi privado.

Si dura es la subida, también la bajada obliga a realizar grandes esfuerzos para retener la zancada lo que supone un gran castigo para el  músculo tibial.

Una vez en llano de nuevo, decido que es el momento de comenzar a tomarme un gel para acabarlo justo antes del segundo avituallamiento en un nuevo paso por el puente.




Kilómetro 11, ahora toca llegar hasta el castillo. Zigzagueante subida alternando tramos de empedrado y de tierra que me obligan a, por primera vez, echarme a andar por completo durante unos metros.






















Dentro del castillo, vuelta y salida por el mismo sitio que entramos (a diferencia de anteriores ediciones) y ahora a correr cuesta abajo, pero con cierta precaución por los escalones y por lo cerrado de los giros.


En el kilómetro 12 primer paso por meta, como en otros muchos puntos del recorrido aquí también hay una buena representación de los chicos de la escuela y sus padres que animaron tanto durante la carrera que casi parecía que corríamos en casa.

Vuelvo a pasar por el tramo entre el río y el castillo y comienzo a sentirme bastante bien, es hora de ir recuperando el ritmo que había bajado hasta los 5:40 min/km. y algunas de las posiciones que había cedido anteriormente.

Al pasar el tercer avituallamiento en el puente empiezo a echar cuentas, y pese a que mis primeros kilómetros han sido muy lentos, me veo capaz de recuperar hasta bajar al menos de las 2 horas.

En el segundo ascenso al Quinto Cecilio, logro adelantar varias posiciones para, en la bajada, distanciarme definitivamente de los de atrás y acercarme a los de delante bajando por primera vez de 5 min./km. en toda la carrera.

Antes de la segunda subida al castillo logro posicionarme un poco mejor todavía, pero ahora voy a tener que andar bastante, es el kilómetro 20 y las piernas ya acusan el cansancio. 



Bajada final, buscando el centro de las calles para evitar que mis pies que cada vez se elevan menos del suelo tropiecen con el empedrado y paso por meta con muy buenas sensaciones (aunque no tan buen crono XD).

Los tiempos fueron los siguientes:

Sergio. 1:27:43. Ni siquiera las cuestas pudieron impedirle subir una vez más al podio, esta vez como 3º de su categoría.


Alberto. 1:34:45. Gran carrera del supertrainer, ante la atenta mirada de sus discípulos.


Juanjo. 1:40:07. Gallardía y descaro a partes iguales en la gesta de correr su primera media maratón sin ni siquiera haberla preparado y lograr este tiempazo.

 

















Yo. 2:00:06. Carrera discretita por mi parte, en la que me quedo con las buenas sensaciones y la ausencia una vez más de calambres.


El podio absoluto masculino correspondió a Bruno Paixao, Juan Francisco Cano y Juan Domingo Gómez, mientras que entre las chicas se impusieron Raquel Gómez, Tina Mª Ramos y Maricruz Parras.






Por último agradecer a la organización por parte del Ayuntamiento de Medellín y de Chipserena (con especial mención para Antonio García) porque una vez más han logrado una carrera preciosa pese a su dureza, con un gran nivel entre los participantes y a unos precios asequibles.

El próximo reto el día 13 de diciembre en Calamonte: 28 kms. de montaña en la Carrera Pocito... ¡Qué la fuerza me acompañe (falta me va a hacer)!





domingo, 22 de noviembre de 2015

El veranillo de Trujillo

El 15 de noviembre se celebró la tercera edición de una carrera que ya es fija en mi agenda, la Media Maratón de Trujillo "Juan Mateos Broncano". 



A las 8:45 aproximadamente salíamos hacia allí desde la Palmera: Juan Fco. Santos, Rocío Fuentes, Andi Hamedani, Sergio Redondo, Juan Félix Redondo, Antonio Jesús Cañamero, Pablo Rodríguez, Inés García, José Francisco Sánchez, Montse Grande, Reme García, Juanjo Sánchez y yo, acompañados por Marian Serrano y la familia de Juanjo (no sin antes recargar pilas con una de esas siempre apetecibles tostadas de jamón y tomate propias del lugar :P).


Una vez en Trujillo nos reunimos a los pies de la estatua ecuestre de Francisco Pizarro con el resto del equipo: Jesús Cruz, Fran Recio y Juan Antonio Cilleros.


Con dos distancias disponibles, me decanté por la media Maratón, aunque desde mayo las tiradas de más de 10 kms. han sido muy escasas, lo que me provocaba cierta inseguridad ante la prueba.




Con una buena afluencia de corredores (320 inscritos) y unas temperaturas propiamente primaverales (si no veraniegas), sobre las 10:30, y tras guardar un minuto de silencio por los atentados de París del 13N, se iniciaba la carrera.





Pasada la congestión en la salida que ralentiza el ritmo, me encuentro pronto rodando por debajo de 4:40, tratando de seguirle la pista a Kiki. Sobre el kilómetro 2, habiendo bajado a 4:20 me doy cuenta de que no es el mejor compañero para esta travesía si quiero tener garantías de acabar, con lo que dejo que se vaya distanciando de mí.

Voy ajustando mis tiempos progresivamente hasta mantenerme en torno a 4:50, siendo adelantado por varios de  mis compañeros de club. 


Superada la Avenida de Extremadura nos adentramos sobre el kilómetro 5 en caminos de tierra con bastantes toboganes. Después del primer avituallamiento empiezo a sentirme cómodo y logro alcanzar  a Reme y a Juancho, que ya se ve que no está en su mejor momento.



Ahora toca algo de pisteo sobre asfalto y en torno al kilómetro 7 me cruzo con todos los Tomates presentes, la mayoría antes del giro y otros después.

Atravesamos Huertas de Ánimas... y de ánimos, que se agradecen (aunque incluso más, la sombra).

En el kilómetro 9 empieza el largo y tendido ascenso a Trujillo a lo largo de la Avenida Reina María Cristina. Momento para tomar un gel. 

Sería a partir del kilómetro 10 y del segundo avituallamiento, cuando Reme se desvía hacia meta y Juancho pierde algo de fuelle (finalmente ciertos problemas que lleva arrastrando varios días le impedirán completar la prueba), cuando me quedo totalmente sólo para afrontar la segunda vuelta y comprobar si no me he excedido en la primera.


La parte urbana la llevo bastante bien, pero pasado el kilómetro 14 toca volver a la tierra y ya van pesando los kilómetros.

Adelantando a algunos corredores en las subidas y perdiendo posiciones en bajadas y llanos, vuelvo a adentrarme en la pedanía con algunos avisos en forma de calambres, aunque de poca intensidad.

Llegado el 19 empieza la parte más dura de la carrera, con el cansancio ya acumulado toca afrontar dos kilómetros ascendentes, que, especialmente a partir del 20, presentan un desnivel importante.

Inevitablemente me echo a andar 2 ó 3 veces, aunque siempre durante pocos metros.

Una vez coronada la "cuestecita" suelto las piernas y jaleado como siempre por mis compañeros atravieso la línea de meta en la monumental Plaza Mayor.

Los tiempos fueron los siguientes:

11 K

- Juanjo. 0:44:58. Este chaval promete engrandecer el nombre de nuestro club. 2º de su categoría.

- Montse. 0:54:35. 4ª de la general femenina y 1ª de su categoría. Bravo.



- Reme. 0:55:28. 2ª de su categoría. Chicas al poder.


- Juan. 1:01:43. Aunque se lo tomó como un rodaje se quedó a poco más de un minuto de lograr bajar de la hora. 





- Rocío. 1:03:49. Pese a las dificultades que tiene para programar sus entrenamientos se nota que este año va a lograr mejorar sus tiempos sustancialmente.




- Inés. 1:06:18. En una de sus últimas carreras por tierras extremeñas, pronto Euskadi también contará con una "tomatita" de primera.




Media Maratón


- Sergio. 1:18:49. 4º de la general y 2º de su categoría. La leyenda del escuarialego de oro sigue creciendo.






- Caña. 1:34:23. Quizás el más completo deportista del Tomate Running.



-Jesús. 1:36:19. Innato corredor que no necesita entrenar, ni descansar, ni nada para lograr su segunda mejor marca.




- Kiki. 1:39:26. Es su año. Ni la sobrecarga de kilómetros futbolísticos evita que siga marcando tiempazos.


- Félix. 1:42:31. Tras el bajón que se apreció en sus marcas la temporada pasada, parece que ha encontrado de nuevo su mejor versión.




- Andi. 1:44:18. Nadie diría que es la primera media maratón que corre esta temporada.


- Yo. 1:45:47. Teniendo en cuenta la baja cantidad y calidad de entrenamientos de los últimos meses acabé muy contento con la marca.





















- Fran. 1:48:23. Otro que se estrena esta temporada con muy buenos resultados.




- Pablo. 1:50:24. Gran tiempo del que apunta a nuevo fichaje tomatil.





Ganadores absolutos de la Media Maratón fueron Francisco Fernández (entrando en meta junto a Jorge Campos)  y Fátima de la Valle.














Finalizada la carrera la organización brindó a los asistentes la posibilidad de  participar en unas sesiones de spinning y de zumba hasta la hora de la entrega de trofeos. 






Cuando la organización corre a cargo de profesionales como Gamonal Eventos y con la colaboración de un gran club como lo es el de Trujillo, sólo queda disfrutar de la carrera. Todo perfecto una vez más.


Por último, dar la enhorabuena a Maricruz Parra y Alberto Masa que disputaban la Maratón de Valencia. A la primera porque logró una gran marca: 3:15:14, y al segundo porque demostró una vez más que es un tipo especial abandonando ese objetivo de mejorar su marca tras varios meses de entrenamiento para apoyar a un compañero que estaba sufriendo los siempre imprevisibles efectos de los 42k.



Y tras tripitir en Trujillo, a tripitir en Medellín el día 29.