Tomates en la niebla

6 de diciembre, ¿qué mejor forma de celebrar que han pasado 36 años desde el último referéndum popular español que corriendo?... Bueno, en el Tomate Running casi todo lo celebramos corriendo.

Partida desde el Triana en esta ocasión, muy bien acompañado por los runners: José Mª Díaz, Laura Castaño, Juan Fco. Santos, Rocío Fuentes, Alfonso González, Santi Redondo y Victoria Méndez; así como por Tamara Méndez (o lo que viene a ser lo mismo: "Mi Tami"), Irene Mateos y los niños de Alfonso. Nuestro destino es la II Carrera Popular Vinos de Lobón.

     

Nuevamente mi objetivo no es otro que rodar, así que pese a que el atractivo de las vías de servicio de CHG en días de niebla es un tanto escaso, disfruto de una carrera en grupo a ritmos cómodos en la que una vez más la presencia de la "marea roja miajadeña" se hizo notar.

El compartir anécdotas y charlita hace que la carrera resulte más amena. ¿Quién puede aburrirse con estos fenómenos al lado (máxime si entre ellos está nada menos que el dicharachero Jose "Peseta")?

Ritmos entre 5:40 y 5:50. Todo el grupo va marchando sin problemas.

Sobre el kilómetro 5, Laura y Jose se adelantan y el resto nos quedamos un poco más rezagados. 

Km. 6, paso por Guadajira y avituallamiento.

En el km. 8, me comenta Juan que pronto nos espera "el muro".

Llegado el km. 10, comienza el ascenso. Una subida serpenteante de unos 1.000 metros de distancia bastante sufrida.

Coronada la "cuestecita", llega la hora de reagruparse para acometer juntos el último kilómetro.

Llegada a meta, recogida de la bolsita del corredor y a continuación toca disfrutar de las tapas, cervezas, montaditos y hamburguesas de Lobón.

Los tiempos fueron estos:

- Laura y Jose. 1:06:57. Pareja de ases.

- Santi, Victoria, Rocío, Juan, Alfonso y yo. 1:12:06.

Destacar la gran  actuación de Rocío que, aunque en los últimos momentos tuvo que tirar de coraje para completar el recorrido, logró bajar de la hora en los 10 kms. ¡Bravo "Ro"!, progresas adecuadamente.

Victoria, que desde Valdigüelo no había vuelto a vestir la roja, llegó a meta sobrada de fuerzas (aunque esa tos...).

Santi, debutante en estas lides, tampoco tuvo mayores problemas, si exceptuamos su antojo de naranjas locales.

Juan, ¿qué se puede decir de ese señor que nunca pierde la sonrisa? Da gusto correr a su lado.

Alfonso, por su parte, demostró a sus hijos una vez más que es un gran tipo en más de un aspecto.

La nota negativa a nivel personal la marcó el hecho de que tras entrar en un bar de la zona para hacer tiempo hasta que empezase la carrera de Irene, inscrita en categoría chupetines, la organización decidió adelantar la misma. Parece ser que los tiempos que figuran en el reglamento son meramente "orientativos", aunque nada se dice de tal condición en el mismo. No es para hacer un drama, pero debo confesar que este asunto me deja un cierto regusto amargo.

Aunque nada mejor para quitar el mal sabor de boca que cerrar la jornada con unos cafés en el Triana en tan grata compañía.

Próxima carrera (y esta vez sí voy a correr) Navalmoral de la Mata el 14 de diciembre.