Runner, no hay circuito, se hace circuito al correr: Relevo generacional en Medellín

Domingo 30 de noviembre, penúltima Media Maratón del año para mi: la VI edición de la Media Maratón Condado de Medellín.

Como es tradicional, reunión en la Palmera con el resto del destacamento tomatil (en esta ocasión: Alberto Masa, Paco Alcántara, Neme Parras, José Luis Martín, Sergio Redondo y Antonio Jesús Cañamero), intercambio de impresiones, foto de rigor a cargo de ese pedazo de camarero/fotógrafo que es Mario Novillo y partida hacia la cuna de Hernán Cortés.

Antes de la carrera absoluta, los niños de la escuela de atletismo Tomate Running, acompañados de sus padres y bien arropados por su mentor Alberto Masa y el resto de participantes del club, hicieron gala de unas grandes aptitudes y lograron varios podios en su debut. Creo que ya ha llegado la hora de que dejemos de ser "tomatitos" porque ese nombre tiene nuevos dueños de pleno derecho.

Sergio Javier Gil logró el primer puesto de los menores de 13 años en una distancia de 600 metros.

Antonio Jesús Ruiz Guerrero y Raúl Bravo fueron respectivamente segundo y tercero masculinos de la categoría 13 a 18 años, 1.500 metros, y Ainhoa Gallego Álvarez y Paloma Ruiz Guerrero, tercera y cuarta en chicas.

A las 10:30h dio comienzo la carrera larga para adultos, donde volví a rodar suave acompañado esta vez por el más insigne de nuestros miembros, nada más y nada menos que José Luis, nuestro bienamado "presi".

La primera vuelta estuvo un tanto deslucida por la niebla que no permitió disfrutar plenamente de los bellos parajes por los que discurre el recorrido. La carrera empieza llaneando bastante, lo que facilita el calentamiento y reservar fuerzas para la parte dura. Sobre el kilómetro 4 recorremos la charca donde varios pescadores disfrutan de su afición.

A continuación cruzamos por primera vez el puente barroco y nos dirigimos a la bien conocida cuesta que nos lleva a las inmediaciones del Restaurante Quinto Cecilio, empieza el sufrimiento.

Aunque veníamos rodando a ritmos de 5:30 a partir de aquí, y pese a que nos toca bajar lo subido, vamos reduciendo ritmos, rondando los 5:50 cuando cruzamos por segunda vez el puente en sentido contrario esta vez.

Toca subir al emblemático castillo de Medellín y pasar al lado del Teatro romano. ¡Por monumentos que no quede!

Tras salir del castillo nos encontramos con el tramo más peligroso de la carrera, escalones adoquinados que no se aprecian bien... El año que llueva puede haber más de una caída aquí.

Volvemos a la plaza desde donde salimos y los chicos de la cantera nos ovacionan como a héroes. ¡Así da gusto, hombre!

Estaremos en el kilómetro 14 más o menos cuando volvemos a subir la temida "cuestecita". Se puede subir corriendo pero casi mejor echarse a andar que ya van pesando los kilómetros.

Al pasar de nuevo por la zona de los chalets ya se ha disipado en buena medida la niebla mañanera y podemos disfrutar de una bonita panorámica. En la bajada de la cuesta veo que el Presi se enflecha hacia abajo y sólo al regresar a terreno llano consigo alcanzarle.

Cuarto paso por el puente y nueva subida al castillo, kilómetro 20. Un último esfuerzo.

Cruzado otra vez el castillo, sabedores de que ya ha pasado lo malo, sólo queda disfrutar de la bajada hacia la plaza y cruzar por fin la línea de meta.

Personalmente, agradezco profundamente esa pizza con la que nos obsequió la organización porque estaba muerto de hambre ya.

Esta carrera no es ni mucho menos de las que más corredores congrega, porque no es trail y eso disuade al montañero, pero tampoco tiene un perfil precisamente favorable y eso disuade a otros muchos, pero es ciertamente de las más bonitas del circuito.

Y a continuación los tiempos:

- Sergio. 01:27:00. 8º de la general y 2º Veterano 1 masculino, osea otro podio más a su cuenta particular.